Instalaciones

AULAS MONTESSORI

En estas aulas, los niños/as trabajarán con el material manipulativo que desarrolló la Dra. Maria Montessori. De este modo, las aulas se organizan en áreas de trabajo, tal y como especifica esta pedagogía para el aprendizaje activo.
El método Montessori se basa en cinco principios básicos: La mente absorbente del niño/a, los periodos sensibles de aprendizaje, el material manipulativo, el ambiente preparado, y el papel del adulto como guía y observador. Los materiales, a su vez, están ideados con el fin de captar la curiosidad del niño/a, y guiarlo por su deseo de aprender.
Las aulas están equipadas con mesas adaptadas al tamaño de los niños/as, y espacios abiertos para el trabajo en el suelo. También se disponen estanterías donde todo está a su alcance, con materiales pertenecientes a cada área de desarrollo, organizados de manera sistemática y en secuencia de dificultad.

AULA DE MÚSICA

En Cuarto Creciente Montessori School hemos considerado imprescindible contar con un aula específica de música, ya que es un hecho contrastado que la música ayuda a los niños/as en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz.
La música ofrece a los niños/as experiencias que les permiten desarrollar la creatividad en la solución de problemas cotidianos e incrementar la concentración, lo cual favorece la adquisición de nuevos aprendizajes, ejercitar la memoria, mejorar las habilidades del lenguaje, o la inteligencia espacial, e incrementar la confianza en uno mismo porque, a través de la música, la persona puede expresarse y mostrar a los demás lo que le gusta y es capaz de hacer.
La música también estimula la expresión corporal del niño/a, ya que éste desarrolla nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes composiciones, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo, y mejorando así su coordinación.

AULA DE PINTURA

Es innegable la importancia de dar a los niños/as la oportunidad de expresarse a través de la pintura. En Cuarto Creciente Montessori School hemos escogido las condiciones de la Educación Creadora, que Arno Stern desarrolló en “Le Closlieu”.
Arno Stern logra un inusual equilibrio entre lo colectivo y lo personal. Por un lado, la paleta común de 18 colores, por otro, el lienzo individual. El paso de un espacio a otro es inmediato y permanente, y hace factible vivir equilibradamente la propia libertad entre la libertad de los demás. Las personas de diferentes edades se reúnen para trabajar conformando un grupo heterogéneo. En un grupo de estas características lo que se pone de relieve es la diversidad y la diferencia. Cada persona siente la posibilidad de ser uno mismo sin compararse con nadie, pudiendo desarrollar todo lo que tiene de original y personal.

El trabajo, además, se desarrolla al margen del juicio. Cuando lo importante no son los resultados, sino el proceso, cuando se eliminan los conceptos bien y mal, se pierde el miedo a improvisar y jugar. Los límites se rompen y se evoluciona mucho más de lo que imaginamos ser capaces.

AULA DE PSICOMOTRICIDAD

Al comienzo del desarrollo, cuando un bebé coge dos juguetes y los choca, está activando su cuerpo calloso, creando conexiones imprescindibles para la comunicación entre los hemisferios cerebrales, y necesita repetirlo mil veces para fijar todas las matemáticas que lleva implícitas este pequeño acto. Más adelante, cuando gatea, sus ojos están entrenando las habilidades de acomodación y convergencia que necesitará para la lectura. Cuando un niño se columpia o salta desde una altura, su sistema vestibular literalmente se inunda de informaciones que se traducen en nuevas conexiones entre neuronas, llamadas sinapsis, que forman las vías por las que viaja el conocimiento.
Todos nacemos con un programa de desarrollo cerebral a través del movimiento perfectamente afinado desde los orígenes de nuestra especie. Sin embargo, las condiciones en las que crecen los niños han cambiado mucho desde los primeros homo sapiens. Hemos pasado de correr y jugar desde que amanece hasta la puesta del sol, a criarnos en entornos urbanos, con actividades compartimentadas por horarios y limitadas posibilidades de juego libre y movimiento. El cerebro de los niños sigue pidiendo movimiento, carreras, saltos, choques y balanceos. El movimiento es imprescindible para el desarrollo del niño, y no sólo para su desarrollo físico, como se creía hasta hace unos años. Es fundamental también para su desarrollo afectivo e intelectual.
Los estudios realizados en los últimos años concluyen que existe una relación muy estrecha entre el desarrollo de los patrones de movimiento y el aprendizaje cognitivo, hasta el punto de que muchas de las dificultades de aprendizaje que surgen en la etapa de Primaria tienen su origen en un desarrollo incompleto del movimiento, de la integración sensorial o de la inhibición de reflejos primitivos en la etapa anterior. En definitiva, esos estudios vienen a confirmar lo que los niños ya nos dicen: Necesitan moverse para ser felices y completos.

PATIO

El patio, como espacio en el que los niños/as pueden moverse al aire libre, proporciona experiencias que hacen que el cuerpo, los sentimientos y los pensamientos funcionen de manera integrada, lo que permite aprender en varios planos a la vez. Así, la vida sensorial se integra con la emocional y cognitiva.
No es casual que, en nuestro colegio, el aula de psicomotricidad sea la antesala del patio, de modo que éste se convierte en una prolongación de la misma, en la que los niños/as siguen jugando y experimentando con su cuerpo, en un espacio donde pueden correr, subir y bajar escaleras, deslizarse por un tobogán… Pero esta vez al aire libre, lo que proporciona otro tipo de sensaciones complementarias.
El patio ofrece, a su vez, una serie de experiencias sensoriales, como son las distintas texturas y consistencias de los espacios que lo conforman: Tierra, arena, césped, baldosa… Superficies que se pisan, se tocan, se experimentan, se riegan con agua de la fuente y cambian de olor, color, textura…
Por otro lado, y como no podía ser de otro modo, existe un huerto ecológico en el que los niños/as realizarán labores de planificación, preparación, cuidado y cosecha, que aportan un aprendizaje vivencial de los procesos naturales y el trabajo cooperativo. Desde el enfoque de la permacultura, que es la ciencia que diseña y crea hábitats humanos sostenibles, los niños/as entrarán en contacto con la naturaleza y sus ciclos, la observación de la climatología y las estaciones, y cómo éstas influyen en los seres vivos, lo cual está también ligado a las labores de cultivo.

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