CUARTO CRECIENTE MONTESSORI SCHOOL: DONDE LA NEUROCIENCIA SE APLICA EN LAS AULAS

CUARTO CRECIENTE MONTESSORI SCHOOL: DONDE LA NEUROCIENCIA SE APLICA EN LAS AULAS

¿Cómo necesitamos enseñar a un niño para que de verdad aprenda? ¿Para que integre conceptos de manera natural y significativa para él? ¿Para que no olvide estos conceptos en el futuro y para que, al ir adquiriendo una sólida base académica, pueda seguir complejizando su aprendizaje de manera inagotable? Las respuestas a todas estas preguntas ya nos las dio la Dra. María Montessori en el siglo pasado. Ella fue la primera mujer que se licenció en medicina en Italia, y dedicó su vida a desarrollar un método científico para la educación, basado en la observación y en la experimentación, y todo lo que ella descubrió entonces lo confirma hoy día la neurociencia moderna.

Junto con el Dr. Jean Piaget llegaron a conclusiones muy esclarecedoras sobre la psicología del desarrollo y cómo funciona el cerebro humano: demostraron que el cerebro del niño no funciona como el de un adulto, sino que pasa por diferentes etapas a lo largo de todo su crecimiento, y es necesario conocer cada una de estas etapas, porque no aprende igual el cerebro de un niño de 3 años, que el de uno de 6, o uno de 12, y es importantísimo saber esto para poder aplicarlo en las aulas. No hay queperder de vista que olvidar a las dos semanas lo que se ha estudiado, no es aprender, y por eso no podemos pretender que los niños aprendan con métodos abstractos, como lo son todos los métodos tradicionales: nuestro cerebro solo está preparado para aprender de verdad a través de fichas y libros de texto a partir de los 12 años, cuando se inicia la Educación Secundaria.

Teniendo esto en cuenta, lo que diferencia a un colegio Montessori de otro tradicional no estriba en QUÉ es lo que los niños aprenden, ya que el currículo que seguimos en Cuarto Creciente Montessori School es el que establece el Ministerio de Educación, sino en CÓMO lo aprenden, esto es, a través de un método manipulativo, material y no abstracto, que les permite trabajar con objetos de carácter pedagógico y almacenar sus conocimientos en el lugar adecuado de su memoria a largo plazo.

¿Qué es, entonces, una pedagogía activa como la Montessori? Las pedagogías activas, de las que tanto se habla últimamente incluso en la nueva ley de educación, son aquellas que ponen al alumno como sujeto activo de su propio aprendizaje. Esto se contrapone con los métodos tradicionales en los que el alumno es un sujeto pasivo, quien llega a su aula para estar sentado, siempre en el mismo sitio, aguardando a que un profesor le diga qué es lo que tiene que hacer en cada momento: todos los niños a la vez, todos abordando los mismos contenidos y todos de la misma manera.

¿Se puede, por tanto, considerar pedagogía activa aquella en la que los alumnos no tengan libertad de movimiento y de elección para trabajar con lo que en ese momento su cerebro les demande conocimiento? ¿Es “aprender por proyectos” en sí mismo una pedagogía activa? María Montessori descubrió los periodos sensibles del aprendizaje, una maravilla de la neurociencia. Estos serían como una ventana de conocimiento que se abre en nuestros cerebros para percibir de forma excepcional y natural el aprendizaje de un área concreta. Por ejemplo, una niña puede encontrarse en el periodo sensible de las matemáticas, y esto significa que, en ese trascurso de tiempo, el cual puede durar semanas o meses, entra en una etapa en la que su cerebro, sin que ella sepa conscientemente por qué, le demanda aprender y trabajar con material de matemáticas, sin mostrar especial interés por el resto de áreas. Estos periodos sensibles se abren de forma espontánea y se cierran del mismo modo, no sabemos cuándo va a suceder, pero por eso es tan importante que la atención sea personalizada, con una ratio baja profesor/alumno (en nuestro centro esta ratio es 1 profesor por cada 10 alumnos), para explorar estos periodos sensibles de manera óptima con cada uno de los estudiantes.¿Significa esto que nuestra niña no se va a sentir nunca interesada por el área de lecto-escritura? Claro que no, significa que, si el método educativo se lo permite, absorberá al máximo su periodo sensible de las matemáticas y, cuando su cerebro decida, se abrirá el siguiente periodo sensible, que absorberá al máximo a su vez. Para eso, el método debe confiar en las capacidades innatas de los niños, permitirles libertad de elección, de movimiento, y que cada uno trabaje con el material que necesite bajo la atenta mirada de sus profesoras, que conocen y controlan en todo momento cómo está siendo el aprendizaje de cada alumno y así, cada día, lo registran en la plataforma educativa especializada del método Montessori: Transparent Classroom.

¿Cómo garantizamos que en Cuarto Creciente seguimos una pedagogía activa según altos estándares de calidad educativa, a nivel incluso internacional? A través de la acreditación que la New England Association of Schools and Colleges nos otorga, superando con éxito las auditorías exhaustivas a las que nos someten cada curso escolar, y no solo en cuanto a nuestro acreditado bilingüismo real, con profesoras nativas presentes en las aulas en todo momento, sino en los resultados académicos y de aprendizaje global para la vida de todos nuestros alumnos. Y, por otro lado, ¿cómo garantizamos a su vez que en Cuarto Creciente seguimos el método Montessori de manera rigurosa? Al haber conseguido nuestro nombramiento como centro asociado del International Montessori Institute, entidad que vela por salvaguardar el legado de María Montessori de forma íntegra, cuidando cada aspecto que debe cumplir la adecuada aplicación del método.

Nos seguimos preguntando, entonces: ¿Es necesario que las aulas estén decoradas con múltiples colores estridentes para despertar la motivación de los alumnos? ¿Es así como se genera un ambiente de calidez, seguridad y confianza para ellos, donde se sienten tranquilos y es agradable aprender? Evidentemente, no. Para aprender es necesario que nos sintamos seguros y relajados. Un cerebro que no está en calma solo puede reaccionar de tres maneras diferentes: huyendo, atacando o quedándose paralizado y bloqueado. Ninguna de estas tres situaciones nos permite aprender realmente. El ambiente que se necesita para el aprendizaje debe tener presente, en todo momento, la sensación de serenidad, y esto es algo que cuida muy especialmente el método Montessori. Por tanto, yendo más allá: ¿Resulta inocuo para la salud mental de los niños dejarles llorando en un lugar que no conocen de nada, con personas que no conocen de nada, como sucede, por ejemplo, el primer día de colegio? Desde luego que no es inocuo, puede tener repercusiones serias frente a cómo ese niño llega a percibir el mundo como un lugar hostil, y cómo esas emociones de desamparo se reproducirán en el futuro frente a nuevas situaciones desconocidas. En Cuarto Creciente permitimos a los progenitores acompañar a sus hijos dentro de las aulas en su periodo de adaptación al centro, como parte de nuestra filosofía de cuidado integral y familiar.

¿Se puede enseñar el control de esfínteres? ¿Resulta ético dejar a un niño o niña mojados o con su ropa interior manchada hasta que un progenitor pueda acercarse al colegio a cambiarles la ropita? No, no se puede enseñar y, desde luego, no cambiar a los niños que se hacen pipí en los colegios resulta una práctica muy generalizada que debería empezar a ser cuestionada urgentemente. El control de esfínteres es un proceso de pura maduración biológica, de comunicación entre órganos (cerebro, vejiga, intestino) en la que deben ponerse en funcionamiento una serie de neurotransmisores y neurorreceptores que permitan al cerebro controlar la apertura y cierre voluntaria de los esfínteres de la uretra y del ano. Ese complejísimo proceso se pondrá en marcha según dónde se encuentre cada niño o niña en su propio desarrollo de funciones corporales, del mismo modo que cada uno aprende a gatear o a andar en un momento diferente y eso a nadie le sorprende. Hay niños que con dos años ya controlan sus esfínteres perfectamente, y hay quienes con tres años todavía no han llegado a ese momento, y no pasa nada, es completamente normal. Por tanto, en Cuarto Creciente Montessori School cambiamos los pañales con cariño a los niños que lo necesitan.

Podríamos seguir hablando de muchos temas más, pero la duración de un artículo debe ser limitada, de manera que, si os resuena algo de lo hemos esbozado aquí, os proponemos que os acerquéis a conocer Cuarto Creciente Montessori School, nuestras instalaciones, nuestro equipo docente altamente cualificado y con verdadero amor a la infancia, nuestro método educativo integral que cuida por igual el aspecto cognitivo, social y emocional del desarrollo de cada alumno, y donde el verbo cuidar recupera su verdadero significado, porque el cuidado no es algo blando o ingenuo, cuidar es inteligente.

Estamos desde 2017 en la calle Beatos Mena y Navarrete, zona de la Universidad. Logroño. Para más información: www.montessoricuartocreciente.es

 

Escuela Cuarto Creciente
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